Nuestra historia
El Cañavate
El origen de El Cañavate es muy antiguo y así lo atestiguan los distintos restos de los diversos pueblos que aquí se han asentado. Entre los vestigios más antiguos se han encontrado en el cerro del Castillejo hachas pulimentadas y flechas que nos dan testimonio de su ocupación.
De la edad del Bronce ha aparecido un cuenco de barro cocido y distintos elementos como fíbulas, broches, collares… Se ha identificado por varios estudiosos, que El Cañavate pudo ser la antigua “Istonium” de la que habla el geógrafo Claudio Ptolomeo.
PRINCIPALES ELEMENTOS PATRIMONIALES DE LA POBLACIÓN
Ermita de la Virgen de Trascastillo (S. XVI)
De volumetría simple y rotunda, ábside octogonal y planta basilical de tres naves y crucero. El estilo predominante es el renacentista, con elementos de otros estilos como un baldaquino Herreriano en el ábside y un hermoso artesonado.
Iglesia parroquia de Ntra. Sra. De la Asunción (S. XVI)
Con planta basilical de tres naves, con capillas, torre y ábside semicircular adosados. Los ábsides están rematados en bóveda de cañón y la cubierta con un artesonado de gran mérito. En la nave izquierda hay una capilla adosada con bóveda de crucería. El edificio es de sillería, con una gran portada plateresca con arco triunfal.
Fuente del Chorrillo
La algarabía y los chascarrillos, el trajín de la ropa del barreño a la pila, pasada de jabón, aclarar y escurrir. Los brazos remangados de las mujeres siempre en movimiento, siempre en faena, siempre sujetando la estructura social de todo Pueblo. El Chorrillo no deja de fluir y a su chorro fresquísimo acudimos a llenar la garrafa antes de irnos al campo, a refrescar la cara, a dar un beso
FIESTAS Y TRADICIONES
Antigua como la misma población es la devoción que se tiene a Ntra. Sra. De Trascastillo, aparecida en 1456 a un pastorcillo en las inmediaciones de la actual ermita. Su fiesta se celebraba los días 7, 8, 9 y 10 de Septiembre, pero ahora ha pasado a celebrarse el primer fin de semana de septiembre más cercano a esas fechas.
Sus fiestas dan lugar al encuentro de todos los vecinos del pueblo que un día tuvieron que emigrar a la ciudad y que año tras año vuelven para venerar a su madre, la Virgen.
Se desarrollan con la bajada de la imagen en procesión a la Iglesia parroquial, donde permanece los días de fiesta, hasta el posterior retorno de la imagen a su ermita. Todo ello amenizado por bailes, festejos y diversiones para todas las edades.