Nuestra historia
Torrubia del Castillo, linda al norte al oeste y al sur con Castillo de Garcimuñoz, al sur y al este con Honrubia y al este y norte con Valverde de Júcar.
Pertenecen nuestras tierras a las cuencas hidrográficas del Júcar y el Guadadiana.
El pueblo está en un cerro, siendo llano el norte y más ondulado el sur, aunque la altitud máxima, el cerro de la Clarimonda, está al norte y llega a los 898 metros, siendo punto geodésico.
Se alcanzó en los años 60 del siglo pasado su máximo de población, casi 400 personas y más de 60 escolares, pero la despoblación nos ha llevado a tener ahora 38 censados y 20 vecinos escasos en invierno.
Nuestras fiestas patronales son en honor a Santiago Apóstol, que se celebraban el primer domingo de septiembre, pero desde 1988 se vienen celebrando el tercer domingo de agosto. Que también se honra a la Virgen Blanca, que se celebra el día 15 de agosto,y todavía se celebra San Antón, el 17 de enero, haciéndose iluminarias la víspera y a San Antonio de Padua, el 13 de junio, fiesta que se celebraba en la aldea de Don Benito, que aunque pertenece al término de Castillo de Garcimuñoz, se celebra en nuestra localidad porque muchos vecinos de la Aldea se vinieron a vivir a Torrubia del Castillo.
Hasta hace 60 años había otro núcleo urbano en el municipio, la aldea de Calleja, deshabitada ahora, y sita en el límite con Honrubia y Valverde.
La economía de la localidad se limita a la agricultura de cereal, girasol y olivo, la mayoría de la población vive de su jubilación y del sector servicios, pues en su mayoría el terreno es cultivado por gentes de Honrubia, Valverde, La Almarcha y Castillo de Garcimuñoz.
Nuesta iglesia se debió construir en el síglo xvi, cuando se volvió a repoblar el pueblo, y fue objeto de una gran reforma en 1673, según indica una inscripción en dos arcos de la iglesia, fue remodelada a principios de los 60 porque se hundió la torre antigua, se recortó la iglesia y se construyó el actual campanario.
Casi todo el término está cultivado con cereal y girasol y algunos olivares. No hay resto de las antiguas viñas. En los cerros incultos quedan carrascas, pinares de repoblación y choperas en las vegas de las acequias.